martes, 15 de junio de 2010

Cine: One Night In Turin

















Radiocassettes bombardeando en monoaural el "All Together Now" de The Farm o "I am the resurrection" de Stone Roses . La dama de hierro clausuraba minas en Inglaterra a la velocidad a la que George Bush senior lanzaba Tomahawks sobre Bagdad. Unos personajes amarillos con cuatro dedos comenzaban a llenar las pequeñas pantallas. En la grande, a"Chuache" se le chafaban sus vacaciones en Marte y Scorsese todavía plasmaba el mundo del hampa con De Niro y Liotta sin rastro de Freixenet a la vista. Sharon Stone y Julia Roberts eran objeto de deseo. El Milan de los holandeses maravillaba una Europa sin ingleses a la vista de un Mundial sin vuvuzelas. El tiempo, 1990. El lugar, Italia.

Gary Oldman, (especialmente conocido por su aparición en sagas de Harry Potter y Batman) aporta su cálida voz a esta producción británica, a caballo entre el documental y esa tragicomedia que es el fútbol en las islas, que nos acerca al papel de la selección inglesa en el Mundial de Fútbol de Italia '90. El filme trancurre fundamentalmente en torno a la figura de 2 personajes: el fallecido Sir Bobby Robson y el genial Paul Gascoigne, ambos entrañables a su manera.

Aquel torneo no pintaba nada bien para los Pross. Campañas de los tabloides contra Bobby Robson, se aireaban las peleas nocturnas de "Gazza" a la salida de los pubs o se rebautizaba como "Donkeys" a los miembros del equipo nacional. Y la denominada "enfermedad inglesa", un hooliganismo hambriento de volver a sembrar el caos en Europa tras la prohibición a los equipos ingleses de competir fuera de las islas, amenazaba con volver a dañar la imagen del país.

Los 90 minutos del metraje pasan volando. Goles épicos. Ver a Gascoigne en pleno apogeo, tanto futbolístico (conduciendo el balón con clase y potencia, mostrando una privilegiada visión de juego) como humorístico (eso sí es un auténtico "showman" de las concentraciones y no Pepe Reina). Sorprendernos con un lado de Bobby Robson que el gran público español no conoce, tirando de carácter e inteligencia para defenderse ante los tabloides, pero siempre afable y cercano - me ha resultado muy emotivo el abrazo de Robson a un desconsolado Gazza-. Reirnos con el cómico retrato del ministro de Deportes de la Thatcher. O las mil imágenes (sí, hay peleas de hooligans), anécdotas y curiosas casualidades que se dieron en ese Mundial en general, y con los "british" en particular. Todo ello ambientado por una excelente BSO.

Pero sobre todo, fútbol, mucho fútbol. Recomendadísima.

Podeis verla completa online aquí. Trailer aquí:

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